viernes, 3 de diciembre de 2010

La edad de la inocencia

Siempre me ha parecido que los retratados por Sargent se sabían triunfadores. Y no solo me refiero a los ilustres miembros de la Gran Bretaña post-victoriana. Mi apreciación se dirige especialmente a aquellos hijos aventajados de América que habiendo conseguido desvincularse de las cadenas imperialistas, posaban orgullosos y conscientes de su flamante devenir. Las afectadas damas de Nueva Inglaterra se hacían retratar con sus mejores galas en los elegantes salones de sus mansiones de la Quinta Avenida con Central Park. Las sedas, los tules, las gasas de sus vestidos, encargados en los talleres parisinos de Worth, brillaban como nunca en la paleta de este genial retratista. Unos y otros eran conscientes que sus imágenes llegarían a la posteridad como un símbolo del triunfo de aquella nueva sociedad que se estaba gestando en la postrimería del siglo XIX.

Sir Gerorge Sitwell y Lady Ida Sitwell con sus hijos. 1900
John Singer Sargent (1853-1925), había descubierto por mediación de su maestro, Carolus-Duran, la obra de Velázquez, que pudo conocer en sus viajes a Madrid. Inspirada en las pinturas del artista sevillano, la producción pictórica de Sargent refleja un dominio absoluto de la luz y las texturas a través de un  trazo vivaz resultado de la técnica del au premier coup tan valorada por su mentor. Sin embargo, lo que no encontramos, es la interiorización en el retratado tan característica de la obra velazqueña. Todo lo contrario, Sargent se convierte en un retratista cortesano que siguiendo la estela de Joshua Reynolds , Ingres o Winterhalter, se ocupa en corregir, idealizar e incluso sublimar la figura del cliente transitorio. Tendrían que ser sus contemporáneos Henry James y Edith Warton los que se afanarían en describir de forma mucho más realista la compleja psicología bajo la que se regía la alta burguesía de Nueva York.

En todo caso, la genialidad de este artista finisecular es incuestionable. Su obra, cada vez más valorada, se ha convertido en un referente para innumerables creadores. Empezando por la obra de Cecil Beaton, seguramente su heredero natural, y terminando por autores contemporáneos de la talla de Peter Lindbergh, Steven Meisel o David Seidner.


Lord Ribblesdale.1902

Ena y Betty, hijas de Mr. Asher y Mrs Wertheimer. 1901


Madame Paul Poirson. 1885

Las hermanas Wyndham, 1899

Cecil Beaton. Mrs. Whynham, Lady Cranborne y Lady Pratt. 1950

David Seidner. Las hermanas Miller. 1995

Mrs. Carl Meyer con sus hijos. 1896


David Seiner. Marie-Chantal Miller, princesa de Grecia. 1995

Madame X (Madame Gautreau). 1884

Steven Meisel. Nicole Kidman. 1999

Peter Lindberg. Julianne Moore. 2008

Lady Agnew de Lochnaw

Steven Meisel. Nicole Kidman. 1999

Mrs. Hammersley. 1893

Cecil Beaton. El abanico de Lady Windermere. (s/f)

Cecil Beaton. Diseños de Charles James. 1948

3 comentarios:

  1. Una vez más me quedo fascinado con tu post... (nada más que decir)

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  2. Muchas gracias por tu comentario, me satisface saber que los posts van gustando. Acabo de descubrir que eres un seguidor de Mad Men. He visto tu blog y parece ser realmente interesante. De momento, no me atrevo a leerlo, pues voy aún por la segunda temporada de la serie y no quiero desvelar lo que va a pasar. Un saludo!

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  3. Estoy con Calamarín, auguro buenos tiempos para este blog y para aquellos afortunados que lo hemos descubierto.

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