Siempre me ha parecido que los retratados por Sargent se sabían triunfadores. Y no solo me refiero a los ilustres miembros de la Gran Bretaña post-victoriana. Mi apreciación se dirige especialmente a aquellos hijos aventajados de América que habiendo conseguido desvincularse de las cadenas imperialistas, posaban orgullosos y conscientes de su flamante devenir. Las afectadas damas de Nueva Inglaterra se hacían retratar con sus mejores galas en los elegantes salones de sus mansiones de la Quinta Avenida con Central Park. Las sedas, los tules, las gasas de sus vestidos, encargados en los talleres parisinos de Worth, brillaban como nunca en la paleta de este genial retratista. Unos y otros eran conscientes que sus imágenes llegarían a la posteridad como un símbolo del triunfo de aquella nueva sociedad que se estaba gestando en la postrimería del siglo XIX.
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Sir Gerorge Sitwell y Lady Ida Sitwell con sus hijos. 1900 |
John Singer Sargent (1853-1925), había descubierto por mediación de su maestro, Carolus-Duran, la obra de Velázquez, que pudo conocer en sus viajes a Madrid. Inspirada en las pinturas del artista sevillano, la producción pictórica de Sargent refleja un dominio absoluto de la luz y las texturas a través de un trazo vivaz resultado de la técnica del au premier coup tan valorada por su mentor. Sin embargo, lo que no encontramos, es la interiorización en el retratado tan característica de la obra velazqueña. Todo lo contrario, Sargent se convierte en un retratista cortesano que siguiendo la estela de Joshua Reynolds , Ingres o Winterhalter, se ocupa en corregir, idealizar e incluso sublimar la figura del cliente transitorio. Tendrían que ser sus contemporáneos Henry James y Edith Warton los que se afanarían en describir de forma mucho más realista la compleja psicología bajo la que se regía la alta burguesía de Nueva York.
En todo caso, la genialidad de este artista finisecular es incuestionable. Su obra, cada vez más valorada, se ha convertido en un referente para innumerables creadores. Empezando por la obra de Cecil Beaton, seguramente su heredero natural, y terminando por autores contemporáneos de la talla de Peter Lindbergh, Steven Meisel o David Seidner.
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Lord Ribblesdale.1902 |
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Ena y Betty, hijas de Mr. Asher y Mrs Wertheimer. 1901 |
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Madame Paul Poirson. 1885 |
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Las hermanas Wyndham, 1899 |
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Cecil Beaton. Mrs. Whynham, Lady Cranborne y Lady Pratt. 1950 |
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David Seidner. Las hermanas Miller. 1995 |
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Mrs. Carl Meyer con sus hijos. 1896 |
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David Seiner. Marie-Chantal Miller, princesa de Grecia. 1995 |
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Madame X (Madame Gautreau). 1884 |
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Steven Meisel. Nicole Kidman. 1999 |
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Peter Lindberg. Julianne Moore. 2008 |
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Lady Agnew de Lochnaw |
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Steven Meisel. Nicole Kidman. 1999 |
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Mrs. Hammersley. 1893 |
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Cecil Beaton. El abanico de Lady Windermere. (s/f) |
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Cecil Beaton. Diseños de Charles James. 1948 |
Una vez más me quedo fascinado con tu post... (nada más que decir)
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, me satisface saber que los posts van gustando. Acabo de descubrir que eres un seguidor de Mad Men. He visto tu blog y parece ser realmente interesante. De momento, no me atrevo a leerlo, pues voy aún por la segunda temporada de la serie y no quiero desvelar lo que va a pasar. Un saludo!
ResponderEliminarEstoy con Calamarín, auguro buenos tiempos para este blog y para aquellos afortunados que lo hemos descubierto.
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