viernes, 6 de abril de 2012

Sonrisas que matan


 
Siempre me ha estremecido la sonrisa de Jessica Lange por ese aspecto quasi-licántropo que adquiere en cuanto asoma la dentadura. Su bello rostro se transmuta, y esta sonrisa junto a una mirada incisiva parecen estar diciendo "aléjate de aquí o te arranco la cabeza".
Esta actriz nacida en Minnesota tiene que soportar estoicamente que a día de hoy continúen recordándola como la compañera de Jack Nicholson en el remake  de El cartero siempre llama dos veces (1981). Sin embargo su trayectoria, un tanto desigual, yo la asocio a los personajes extremos de películas como Frances (1982) y Titus (1999) y los roles de inestables damas sureñas en Cuando me enamoro (1988) y Las cosas que nunca mueren (1994), por la que se llevaría su segundo Oscar.
Y ahora disfrutamos de su presencia en la serie American Horror Story en la que se mete en la piel de un personaje deliciosamente perverso que solamente ella podría encarnar. Creo que en estos tiempos en los que todo el mundo parece revisitar los cuentos de hadas, tan solo ella, y Barbara Hershey, hubieran sido las mejores candidatas  a meterse en la piel de la peor de las madrastras.

Imagen promocional de American Horror Story

Titus (Titus, 1999)

Cuando me enamoro (Everybody's All-American, 1988)

1 comentario:

  1. Siempre me ha parecido una mujer superatractiva. Emana na sensualidad tremenda. Me impresionó especialmente en Frances y en la Caja de Música (de King Kong mejor no hablar).
    s2!!

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