viernes, 9 de mayo de 2014

Lo que se ve no se pregunta (o El día que hablé con Epi y Blas)


Nunca olvidaré aquél día que de niño pensé haber mantenido una conversación con Epi y Blas al otro lado de la pantalla. Imagino que por mágica casualidad, e incapaz de comprender el carácter retórico de las cuestiones formuladas por aquellos personajes de fieltro, alguna de mis respuestas se coordinaría con tan precisión con el diálogo televisivo que me llevó a pensar que había hablado realmente con ellos. El hecho es que esperé impaciente y emocionado la llegada de mi madre, que había salido al supermercado, para poder explicarle aquella increíble experiencia catódica. Como es natural, mamá intentó hacerme entender que los personajes de la tele no hablaban con los niños y no le dio mayor importancia a aquél suceso que para mí representaba lo más emocionante que me había ocurrido en lo que llevaba de vida.
No recordaba yo este episodio cuando esta mañana le envié a un amigo una fotografía de rodaje con Jim Henson y sus colaboradores accionando en su estudio aquellas maravillosas marionetas. De forma muy acertada e inteligente, este amigo respondió que había ocasiones en las que "saber la verdad no molaba". Y al momento, me vino a la cabeza aquél episodio infantil, y de repente sentí haber traicionado parte de aquella inocencia.


A día de hoy la información la procesamos a una velocidad que jamás habríamos imaginado; con un solo click. Y lo cierto es que podríamos plantearnos si realmente hay que conocer, analizar y desgranar todo aquello que acontece ante nuestros ojos. ¿Resulta en verdad imprescindible? Qué espacio le dejamos entonces a la ilusión, al enigma, a los matices...
Me contaron que en una ocasión un famoso cantante mexicano se despachó de un periodista que le preguntaba sobre su condición homosexual contestando lo siguiente: "Lo que se ve, no se pregunta". Y yo también pienso que no siempre se ha de mirar por acumular excesiva información pues esto nos lleva a perder un grado importante de ilusión que de algún modo es necesaria para tirar adelante.

* Dedicado a Kumi y demás colegas de la generación peterpanesca ;-)