miércoles, 23 de marzo de 2011

Adios Liz




No puedo dejar que acabe el día sin hacer una mención a Elizabeth Taylor, que hoy nos ha dejado.
Justamente el pasado domingo la admiraba de nuevo en La gata sobre el tejado de Zinc, y constataba que, además de ser una belleza, Liz era una gran intérprete. De hecho, el primer recuerdo que conservo de la actriz, fue a través de esta película. Boquiabierto ante la belleza deslumbrante de aquella mujer de ojos violeta (y la de su partenaire, cómo no!), me embargué de la atmósfera clautrofóbica de la historia. Me enamoré de su personaje enfundado en satén y aplaudí cada vez que calificaba a sus sobrinos de ficción  como "monstruos cuellicortos". Expresión que hice mía automáticamente.
Me reconforta saber que el último mito viviente se habrá reencontrado en su particular Olimpo con todos los seres queridos. Desde su amado Richard Burton a sus amigos Rock Hudson y Montgomery Clift. Y sin olvidar a Michael Jackson, que finalmente habrá dado con su estrella para descansar en paz.

 
 

jueves, 17 de marzo de 2011

Mas allá del tiempo

Gustave Caillebotte. Rue de Paris, temps de pluie. 1877


Al contrario de lo que piensa mucha gente, para mí, los días de lluvia siempre resultan reconfortantes. Y mucho más esta semana, pudiendo estar en casa disfrutando del fenómeno desde la ventana. Puede que los oriundos de tierras atlánticas no compartan con tanta alegría semejante afirmación. Sin embargo, desde mi perspectiva mediterránea, la visita de la borrasca aporta una nota de color a nuestra climatología sosegada.
Siempre he pensado que de haber sido ladrón de guante blanco, una de mis primeras "adquisiciones" sería el cuadro de Gustave Caillebotte titulado Rue de Paris; temps de pluie. Esta pintura, que forma parte de la colección permanente del Art Institute de Chicago, retrata las figuras de los paseantes protegidos bajo sus paraguas en la confluencia de la Rue de Tourin con la Rue de Moscou. Caillebotte refleja como pocos la atmósfera característica de estos días lluviosos. La de los cielos plomizos y las aceras brillantes.  Está claro que sin ocupar un lugar preferente entre los impresionistas, este pintor fue el que mejor supo reflejar la cotidianidad de sus contemporáneos. Y esta cotidianidad, a día de hoy, nos sigue pareciendo cercana.
Pero hay dos aspectos que me resultan especialmente atractivos y enigmáticos dentro de esta pintura: Por un lado, su precisa composición a base de horizontales y verticales a veces me hace pensar que quizás esconde alguna ecuación leonardesca a la espera que una mente superior la descubra. Pero lo que más me atrae es sin lugar a duda un detalle de la figura femenina en primer término. Si pudiéramos acercanos al lienzo observaríamos el brillo intenso de una perla que cuelga de su pendiente. Este detalle, apenas insignificante, siempre me ha llevado a recordar la famosa pintura de Vermeer. Y en mi fantasía, imagino que aquella joven anónima del siglo XV haya sido quizás el único ser privilegiado capaz de viajar mas allá del tiempo y que de vez en cuando se permite lanzarnos un guiño cómplice al resto de los mortales.

Johannes Vermeer. La chica de la perla. 1665
 

viernes, 4 de marzo de 2011

Sei Bellissima

 

Como en una portada de Corín Tellado y en un paraje propio del Fragonard más desbordado, vemos a nuestra Penélope de Alcobendas levantada por los aires por Jeff Bridges.­ La escena parecería rozar el paroxismo - yo ya oía la música de Loredana Berte de fondo - de no haber sabido que formaba parte de uno de los últimos trabajos de Annie Leibovitz para la factoría Disney.
La famosa fotógrafa continúa la tradición iniciada hace pocos años de escoger celebridades del panorama internacional que posan ante la cámara encarnando personajes de la factoría Disney. Cabe decir, que la elección de nuestra actriz más internacional, confirma la gran consideración que tienen en Hollywood de ella. El hecho es que hoy en día es considerada como una más dentro de la industria de aquel país. A parte de Penélope Cruz y Jeff Bridges, que representan La Bella y la Bestia (respectivamente), en esta ocasión también han sido fotografiados Olivia Wilde y Alec Baldwin en una escena de Blancanieves y una estupenda Queen Latifah como la bruja Ursula de La Sirenita.
Y a mí, que siempre me han fascinado toda recreación y artificio, estas instantáneas me traen a la memoria una serie de televisión que me encantaba siendo niño. Cada tarde, Shelley Duvall (demostrando que ha hecho más cosas que gritar en El resplador) introducía un nuevo cuento infantil que era protagonizado por las celebrities del momento. Estoy seguro de haber visto a la mismísima Liza Minelli interpretando a la Bella, Cristopher Reeve enfundado en las mallas del Príncipe Azul o a una Gena Rowlands, fantástica, en la piel de la bruja de Rapunzel. Revisitada, no me cabe duda que la serie perdería todo su encanto. Y es por eso que yo prefiero quedarme con el recuerdo de aquél niño ya mitómano que esperaba impaciente en las tardes de diciembre un nuevo capítulo de Los cuentos de las estrellas.